En salud, siempre es mejor prevenir, así que la infancia es el momento idóneo para corregir problemas de maloclusión dental que podrían necesitar tratamientos de ortodoncia más complejos, largos y caros en el futuro.
Además, los tratamientos de ortodoncia infantil suelen ser más eficaces que los realizados durante la edad adulta, ya que los huesos maxilares que soportan los dientes todavía están en crecimiento y se pueden moldear más fácilmente para que se desarrollen de manera adecuada.
Los tratamientos de ortodoncia suelen asociarse con la adolescencia, y muchos padres creen que el momento adecuado para visitar el ortodoncista es cuando el niño ya ha completado la dentición definitiva, algo que suele suceder alrededor de los 12 o 13 años. Sin embargo, nuestros especialistas de ortodoncia infantil en Barcelona recomiendan que los niños comiencen a realizarse una revisión anual a partir de los 6 años, incluso aunque el crecimiento de los dientes parezca normal a simple vista.
En esta edad los dientes de leche conviven con los definitivos, y es el momento perfecto para realizar un diagnóstico precoz de posibles alteraciones del crecimiento óseo, apiñamientos o problemas de mordida.
Tipos de ortodoncia infantil
El tipo de aparato que se utilice dependerá de la edad del niño y del tipo de maloclusión que presente.
Ortodoncia interceptiva
Los aparatos removibles o “de quita y pon” se emplean en los niños más pequeños que aún cuentan con dentición temporal. Su uso es muy sencillo para los pequeños: consisten en unas placas fabricadas con materiales acrílicos que se sostienen en la arcada dental mediante unos ganchos de sujeción y que deben mantenerse en la boca varias horas al día, siguiendo las indicaciones del especialista.
Ortodoncia fija
Dentro de los aparatos fijos, los más conocidos son los brackets, que se colocan una vez que han caído los dientes de leche. Esto sucede alrededor de los 12 años.
En función del material con el que se fabrican, podemos distinguir entre brackets metálicos (que pueden ser de colores para los más pequeños), de cristal de zafiro, de porcelana o linguales o férulas invisibles, que ofrecen una mayor comodidad y estética.
Para evitar complicaciones y tener que recurrir a tratamientos más largos y caros en el futuro, es imprescindible que el niño visite regularmente tu clínica dental en Barcelona para detectar posibles patologías con la máxima anticipación.
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